Llega el final de curso. Para mí el
primero, espero, de muchos. Es un momento de alegría, pero al mismo tiempo de
tristeza por las despedidas con los niños a los que no volveré a ver y, quizá, para todos los demás, porque no sé lo que me deparará el próximo curso… Solo puedo deciros,
que tengo la suerte de dedicarme a lo que quiero, la enseñanza. La recompensa
personal que sientes es maravillosa, porque… ¿En qué otro trabajo te pagan con
besos y abrazos? ¡Os echaré de menos! ¡No os olvidaré!
¡GRACIAS!
También me despido de compañeras a
las que sólo puedo dar las gracias por todo lo aprendido, por vuestra confianza
en mí, por vuestra ayuda constante y por supuesto por vuestra labor como
maestras, por todo lo que transmitís a vuestros alumnos y a mí. Espero haberos dejado un pedacito bueno de mí como vosotras lo habeis hecho conmigo.
¡GRACIAS!
Por último, GRACIAS FAMILIAS, por
vuestra ayuda y colaboración incondicional para todas las actividades
realizadas, por vuestro cariño siempre cuando me veis en el colegio y la calle y por vuestras palabras siempre amables conmigo. Gracias por
comprender lo difícil de nuestra tarea, donde tratamos de que crezcan y
convivan pacíficamente a pesar de sus diferencias y sobre todo donde tratamos
que sean niños felices.
¡GRACIAS!
Espero tener la suerte de que en septiembre nos veamos de nuevo. Gracias por todas estas muestras de cariño de parte de todos.
¡Feliz verano a TODOS!
Patricia Gutiérrez Arribas.
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